Toda teoría es gris, lo sabes por experiencia. Y también está claro que el conocimiento de los libros está muy por detrás del conocimiento adquirido por uno mismo. Así que deja que tus alumnos exploren las leyes y los fenómenos naturales por sí mismos. Esto les ayudará a recordar muchas cosas y estimulará su sed de conocimiento. ¿Qué tal un juego que anime a los niños a observar "el viento y el tiempo"? Se pueden hacer observaciones emocionantes que proporcionen más de una experiencia "¡Ajá!".

Sus alumnos también pueden familiarizarse con las leyes de la física con la ayuda de estos artilugios. Se quedarán asombrados, maravillados, pero también querrán saber más.